Semana Santa, la época del año que muchos de nosotros esperamos, entre otras cosas, por las deliciosas torrijas. Hoy en Wedding Passion te enseñamos otra manera diferente de cocinarlas: Torrijas de vainilla, naranja y azahar. Un sencillo Do it yourself en el que necesitamos:
- 1 barra de pan del día anterior
- 1 litro de leche
- 1 vaina de vainilla
- 1 cucharada pequeña de agua de azahar
- Piel de una naranja
- 3 – 4 huevos
- Aceite de girasol (no aporta sabor)
- Papel absorbente
En primer lugar tenemos que infusionar la leche. En un cazo vertimos el litro de leche junto con el agua de azahar, la piel de la naranja y la vaina de la vainilla (abierta por la mitad para ir sacando las semillas con la punta de un cuchillito). Llevamos a ebullición y una vez que la leche haya hervido, retiramos el cazo del fuego y lo dejamos enfriar.

Mientras se enfría vamos cortando las rebanadas de pan en diagonal según el grosor que más nos guste. Nosotros os recomendamos hacerlas de un grosor medio de 2 o 2’5 cm ya que, si son muy finas, estas pueden partirse a la hora de empaparlas en leche.
Una vez que nuestra leche esté templada, la tenemos que pasar a un recipiente hondo donde nos quepan las torrijas que vamos a hacer. No hace falta que cubramos el recipiente a rebosar, porque podemos darle la vuelta a las torrijas para remojarlas bien.

Recuerda que si son más gruesas tenemos que dejarlas más tiempo para conseguir que se empapen bien. Cuando ya estén listas, las pasamos por el huevo y las freímos en una sartén con abundante aceite calentado previamente. Si no sabemos la cantidad de aceite que debemos echar, nosotros os aconsejamos echar hasta que al menos la cantidad vaya a cubrir la mitad de las torrijas.
Un consejo que os damos para que evitar que se os rompan al remojarlas, es meterlas unos 15 minutos antes de freírlas a la nevera, así quedarán más consistentes y no se desmenuzarán.
Cuando estén doradas por ambos lados, las retiramos del fuego y las vamos poniendo encima del papel absorbente para quitar el mayor aceite posible. Ahora sí, cuando estén templadas, retiramos las torrijas a una bandeja y espolvoreamos el azúcar.

De todas formas si os gustan dulzonas, podéis echarle azúcar a la leche mientras esté hirviendo. Con cuidado de ir removiendo para que el azúcar no se quede abajo pegado.
Además, si quieres que las torrijas tengan un mayor color, podéis hacer un almíbar ligero y pintarlas cuando estén templadas.