Novia embarazada
Afortunadamente hoy en día la idea anticuada de que una novia embarazada era sinónimo de una boda obligada ha desaparecido. Así, una novia en estado no debe renunciar a organizar el enlace de sus sueños. Si es tu caso, en el siguiente artículo te presentamos unos consejos para organizar una boda cuando los novios están esperando un bebé.
Aléjate del estrés. La organización de una boda, en ocasiones, puede resultar estresante y cansado. Las mujeres embarazadas tienden a sentirse muy cansadas sobretodo durante los primeros meses de embarazo. Por ello, es muy importante que no te de apuro pedir ayuda o delegar tareas a tu familia, amigas e incluso no descartar la idea de contratar los servicios de una organizadora de bodas.
No tienes porqué ocultarlo. Todo lo contrario, siéntete orgullosa de las decisiones que tomas en la vida. Un embarazo en, ningún caso, es sinónimo de vergüenza. Así que, no te limites en el tipo de boda que deseas para celebrar la unión con el amor de tu vida.
Pinterest
Si la ceremonia es religiosa, reserva con tiempo. Sobretodo porque quizá haya iglesias que se nieguen a oficiar una ceremonia religiosa debido a tu estado. Si en tu primera opción recibes un no como respuesta, no te preocupes y busca otras iglesias.
Tu gran reto: la elección del vestido. Los vestidos blancos son una moda impuesta por la Reina Victoria la cual se casó de blanco y, hasta estos días, es el color que se acostumbra para las novias. Sin embargo, si hay otro color que te guste ó favorezca más ¡no lo dudes!, no dejes que una cuestión social te haga cambiar de opinión. Elige el vestido apropiado y, recuerda que tu cuerpo durante el embarazo cambia día a día. Si descartas la opción de elegir una modista, actualmente existen muchas casas especializadas que tienen vestidos de novia especialmente concebidos para novias embarazadas.
Busca algo suelto y nada apretado que acentúe tus hombros y el pecho, y distraiga la atención sobre tu vientre. Un estilo adecuado puede ser la línea emperatriz, la línea princesa ó los vestidos línea A. Por supuesto, descarta los corsés y cualquier cosa que apriete tu cuerpo. En algunos ámbitos conservadores, la tradición decía que la futura mamá debía llevar una pincelada naranja sobre su vestido de novia. Así que, si te gusta la idea, puedes optar por un fajín alrededor de la cintura ó una flor prendida del cuerpo del vestido de ese color.
Olvídate de los tacones altos. Elige, como máximo, una altura entre cinco y siete centímetros. Además, ten preparados otros zapatos totalmente planos para cuando comiences a cansarte del tacón, te permitirán aguantar mucho más tiempo de pie.
Cuida tus complementos. Estos dan el toque final a tu look, definen el estilo y realzan tu belleza. Es por eso que debes elegirlos con mucha atención y cuidado. Además, no necesitan ninguna modificación como consecuencia del embarazo. Hay muchas opciones, entre otras: el velo, una tiara ó tocado, el ramo de flores ó los pendientes. Es importante que, no olvides, que los complementos que elijas deben guardar armonía con tu vestido.
Pinterest
Apuesta por un anillo de bodas falso: tu mejor opción. Tu vientre no es lo único que va creciendo, también tus manos se hinchan como consecuencia del embarazo. Por tanto, encarga dos anillos, uno falso que pueda entrar en tu dedo cuando te cases y el verdadero que usarás una vez que tu cuerpo regrese a la normalidad.
Pinterest
Planea tu menú. Recuerda que, durante el embarazo, no debes comer: mariscos, pescado crudo, carnes a medio cocer, quesos suaves y todo aquello prohibido por tu ginecólogo. Existen muchísimos platos ideales para ti y tu bebé, selecciona los que más te apetezcan. Tampoco puedes probar el alcohol ni fumar y, preferentemente debes beber agua durante la cena. Además, evita bailar hasta el final de la noche e intenta sentarte lo más a menudo posible durante todo el día.
Una luna de miel relajante. Busca un lugar tranquilo y relajado para ti y que te permita descansar del ajetreo de la boda. Descarta un viaje en el que tengas que caminar bastante ó visitar muchos lugares. También que sea de fácil acceso. Antes de viajar en avión, consulta con tu ginecólogo si lo puedes hacer. Además, es importante, que tengas ubicado un hospital cercano en el que puedan atenderte si surgiese cualquier complicación, incluso la llegada del parto (si tu estado es avanzado).
Así que, coge aire y disfruta, que nada ni nadie borren tu sonrisa. Recuerda que estás viviendo un momento mágico no sólo porque te casas con la persona con la que vas a compartir el resto de tu vida sino también, porque estáis esperando un bebé que os acompañará en un día tan importante.
Mónica Salas para Weeding Passion
