
Una novia vestida de blanco impoluto siempre va a ser el centro de atención de todas las miradas. El flechazo de su imagen quedará grabado en la retina de todos instantáneamente y fijado en alguna parte de su subconsciente para toda la vida.
Bien pues con esta responsabilidad a las espaldas, comencemos por ampliar nuestro abanico de posibilidades ya que los modelos clásicos siempre serán un acierto para no fallar pero yo, si me caso, no quiero quedarme en esa zona fácil de confort y prefiero estudiar otras ideas que estén menos vistas, sean más espectaculares y me transformen ese “no fallar” en un “acertar” además es indispensable para mí escoger un modelo que vaya conmigo y realce mi personalidad.
Quiero que me recuerden por mi carácter y reflejar fuera como me siento por dentro; elegante, sobria, feliz, cómoda y relajada para vivir mi gran día desde estas sensaciones y así transmitirlas. Además, estoy hablando de alta gama de diseño así que, no puede haber fallo.
Charo Ruiz nos propone una fascinante colección nupcial inspirada en un icono de estilo, una mujer inteligente y visionaria que rompió las reglas el día de su boda; Bianca Jagger. No lo tuvo nada fácil pero funcionó, porque todo lo que se hace con decisión y seguridad, funciona.
¿Cómo iba ella a llevar el clásico vestido de novia, de larga cola y tacones imposibles?
Pues no, no lo hizo y eso que en los años 70 salirse del tiesto y tomar una decisión de ese tipo por sí misma era mucho más arriesgado que ahora ya que las mentes estaban menos abiertas, había menos información, opciones y posibilidades. Lo que sí había y mucho, era crítica y escándalo en cuanto alguien no hacía “lo de siempre”.
Así que allá que se plantó ella su elección en dos piezas y cómodamente enfundada en ese rompedor traje blanco, alzando por bandera su inigualable actitud demoledora, dejó a todos sin habla. El estilo de la nicaragüense era impecable. El color de la pureza contrastaba con ese aire sensual que la caracteriza y como colofón le añadió el pequeño detalle de una gran pamela y derrochó pura elegancia.

Bianca Jagger, pionera con sus looks en la década de los años 70, sustituyó el clásico vestido de novia por un dos piezas.
Por suerte hoy en día no hace falta cruzarse el charco para poder acceder a trajes de vanguardia, tampoco vamos a vivir el gran riesgo al que ella estuvo expuesta en aquella época, todo lo contrario ya que dentro de la tendencia nupcial que vivimos en este momento ya se intuye la gran evolución en cuanto a patrones nupciales. Los trajes de largas colas están innovando poco a poco hasta convertirse en diseños más vanguardistas donde el estilo ya no se rige por una única regla que nadie dictó pero se dio por hecho, esa regla que impuso el clasicismo en el que debía ir envuelta una novia, pesara lo que pesara era regla.
Desde maxi vestidos de escote corazón en puro algodón con broderie anglaise parcialmente forrado hasta traje de pantalón como el modelo Lya, del mismo linaje de algodón que Charo Ruíz emplea, trabajando estos fantásticos materiales con el cariño que le caracteriza, consigue crear un estilo relajado y sobrio al mismo tiempo, con una elegancia sin igual.






Verano tras verano, Charo Ruiz es la firma de referencia de influencers y celebrities que la eligen para sus looks estivales en cualquier punto del mundo. Vestidos, caftanes o faldas cargadas de la esencia ibicenca que han lucido modelos como Adriana Lima, Alessandra Ambrosio o Nieves Álvarez seguido de personalidades como la Reina Letizia. Ana Obregón, Georgina Rodríguez o Carmen Lomana han sido otras de las que no han dudado en confiar en la firma made in Spain para sus estilismos veraniegos.





