El anillo de compromiso
HISTORIA Y TRADICIÓN
Circulan al menos dos teorías sobre el origen del anillo de compromiso, la primera, sostiene que la idea viene del antiguo Egipto, donde las futuras novias lo llevaban en el dedo anular por la creencia de que la “vena amoris” conecta ese dedo con el corazón. En esos tiempo, el novio le ofrecía a su novia un anillo de oro como símbolo de una relación seria y llena de buenas intenciones.
La segunda teoría argumenta que la costumbre de entregar el anillo de compromiso surge entre los caballeros romanos, quienes aseguraban su contrato matrimonial con una pieza de hierro en forma de aro que la mujer conservaba hasta que fuera cumplida la promesa de matrimonio.
Los anillos pueden hacerse de diversos materiales, pero los más comunes son el oro y el diamante. Cuando la pareja se compromete en matrimonio, el novio le entrega, normalmente, un solitario a la novia con un diamante ya que el diamante se caracteriza por ser una piedra indestructible que simboliza la fortaleza, el poder y la pureza del amor. La palabra diamante viene del griego “adamas” que significa “invencible”. Se cree que la tradición del diamante proviene de una antigua creencia que sostenía que su brillo era el “latir del corazón colmado de amor”. La forma de la alianza, también tiene su simbología, representa amor eterno, ya que el círculo no tiene ni principio ni fin.
Fue en el siglo IX cuando el papa Nicolás, autorizó a considerar la entrega de anillos como símbolo de la formalización de la relación de novios. En la actualidad, la costumbre se ha mantenido y el ritual está incorporado en la boda católica y en algunas otras.
En el momento de la ceremonia se intercambian anillos y a partir de ese momento, la novia comienza a usar su anillo de compromiso junto a la alianza de matrimonio. La esposa usa sus anillos en el dedo anular derecho colocando primero el anillo matrimonial. Pero, momentos antes de iniciar la boda, la novia debe pasar el solitario a la mano derecha, para que así el novio le pueda colocar el aro matrimonial con facilidad durante el rito.
Por la ilusión que hace recibirlo, y lo que conlleva, la joya con el más alto valor sentimental es sin duda, el anillo de compromiso..
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