Charo González “Chaglez” la fotografía llega a mi vida de forma “casual”. No sé si emplear esta palabra, pues, parece frívola pero la realidad es que no pensé que sería mi medio de vida. Me gustaba pintar (y me gusta) pero siempre buscaba hacer algo rápido, que no perdurara en el tiempo. Un día cogí una cámara que teníamos en casa, a penas se usaba, e hice unas fotografías. El resultado me gustó tanto que seguí haciendo fotos, llegando al punto de formarme profesionalmente en esta especialidad y desde entonces hasta hoy no he parado de hacer fotografía.
Lo que más me gusta es encontrarme con los sentimientos, las emociones, en definitiva: la vida. A mi parecer, la fotografía de boda abarca todo lo que yo busco. Me encanta esa mirada de sorpresa que los novios tienen al encontrarse por primera vez. El abrazo que una madre da a su hija. Esos ojos abiertos y llenos de sorpresa de los niños cuando miran a su mamá vestida de “princesa”… ¡me resulta difícil explicar con palabras la emoción que siento!
La fotografía de bodas es la especialidad más difícil a la que me he enfrentado. Tienes que estar pendiente de todos los detalles, no puedes permitirte fallar pues, ese instante se va y no vuelve nunca más. Ese día lo vives con mucha intensidad y más que nerviosa (para mí esa palabra significa intranquilidad y es lo que no se necesita) diría que estoy atenta y observando todo lo que sucede. Viviendo ese día con mucha pasión y capturando todo lo que pasa a mi alrededor.
Preparar el reportaje para el día más importante de la vida de una pareja que se va a casar es: IMPORTANTÍSIMO. Conocernos, hablar. Que me cuenten como ven ellos el día de su boda. Saber detalles. Sentir emociones, sentimientos, mirar sus ojos y ver el brillo de su mirada… El mejor resultado lo encuentro cuando tengo esa cercanía. Es muy importante que ese día estén tranquilos y sobre todo que disfruten de todos los momentos que les brinda un día tan especial.
Me gusta contar contar historias. Por lo tanto podría decir que mi estilo fotográfico es más bien documentalista, fotoperiodista, artístico, creativo… Trato de estar ahí, dentro del acontecimiento y, a la vez, pasar inadvertida e ir tratando de fotografiar todo lo que va sucediendo.
Normalmente me suelo poner en el lugar de la otra persona y pienso en lo que yo quisiera ver si la boda fuera mía, lo que desearía encontrar ese día.
El momento se vive tan intensamente que apenas te das cuenta de lo que está sucediendo, casi no eres consciente de ello. Considero que todo momento es importante.
Indistintamente de si lo que está sucediendo son la entrega de los anillos, el beso del “sí quiero” o el baile… Por detrás, siempre hay otras historias que merecen la pena ser contadas como: la mirada de la hermana de la novia a la pareja o el gesto tierno del padre del novio a su hijo…
Para mi es importante tener un buen reportaje fotográfico. ¿Por qué? Porque en las
fotografías voy a encontrarme con todo aquello que consideré esencial e imprescindible para uno de los días más importantes de mi vida.
Seguramente es la mejor inversión económica que vas a realizar, claro, siempre que apuestes por un buen fotógrafo y no por cualquiera que hace fotografías.
Charo González “Chaglez”