La diseñadora Inmaculada García lleva más de 16 años en el sector de la moda nupcial habiendo conseguido un posicionamiento de mercado firme y seguro, que le ha permitido un desarrollo, muy notable, tanto a nivel nacional como internacional.

Hoy Inmaculada García, a sus41 años, forma parte del elenco de jóvenes diseñadores españoles que se han forjado un renombre internacional gracias al éxito de sus innovadores diseños.
La empresa Inmaculada García cuenta con más de 70 puntos de venta en Europa y está inmersa en un proceso de expansión cuyos resultados se manifiesta en todos los ámbitos de la empresa, habiendo experimentado un crecimiento del 60% en los últimos años.

COLECCIÓN 2016
La fuente de inspiración de la colección 2016 de Inmaculada García está en la calle, en la actualidad y en las tendencias. Es una fusión de elementos donde la novia siempre está presente: lo que quiere, lo que espera y lo que necesita.
El paralelismo que establece la diseñadora entre el estado dorado de California con el reflejo del sol del alba en los campos, hasta la última luz del día en la ciudad, invita a la diseñadora a fusionar el blanco de sus vestidos con toques dorados en su colección 2016.

De la rotación del sol y sus tonalidades doradas nace su primera línea de vestidos lánguidos y ligeros en tejidos muy vaporosos como gasas, organzas y tules que dan movimiento al caminar para crear vestidos limpios, de líneas puras y con aplicaciones de pedrería y perlas.
La segunda colección pasa suavemente al magnetismo de la noche, con vestidos elegantes, con personalidad, estructurados, con faldas vaporosas y con pliegues creadas en sedas, chantilly, adamascados, tejidos florales y con transparencias insinuantes a la vez que sobrias.

Este año la diseñadora ha querido dar un giro a sus diseños: “es necesario ser innovador en la pasarela, las tendencias se imponen”. En la colección de 2016 ha abandonado las superposiciones, no aplicando tanta “información” a los vestidos, para llegar a la limpieza y la exquisitez de los tejidos, presentando una novia más sutil y elegante.

Es necesario resaltar la importancia que Inmaculada García ha dado a la espalda porque es donde sorprende con la presentación de vestidos que pueden transmitir por delante discreción mientras que por detrás son todo atrevimiento, fusionando así lo clásico con lo sensual.
