
Reportajes de boda
Todo comenzó con un desayuno, en el que Álex al fin decidió declararse y tan solo pude responder ¡Sí!
Habían pasado ya varios años desde que nos conocimos estudiando el master y yo ya estaba deseando que llegara el día en que pudiéramos celebrar una maravillosa boda.
Álex y Lara
A la hora de elegir mi vestido decidí diseñarlo yo misma. Fui a una modista con quién compré las telas y nos pusimos manos a la obra. El vestido era palabra de honor con un encaje extraíble, ya que al ser una boda en diciembre no sabía si pasaría frío o calor. Tuvimos mucha suerte con el día ya que lució el sol y la temperatura fue perfecta.
Nos decantamos por una ceremonia religiosa en la ermita de San Pau, situada en lo alto de una colina del pueblecito costero de Sant Pol de Mar. Sin lugar a dudas era el lugar soñado por los dos. Las maravillosas vistas al mar nos conquistaron y no pudimos pensar en un lugar mejor para darnos el sí quiero.
La ceremonia fue muy sencilla, tal y como siempre habíamos deseado. Una amiga y un familiar nos recitaron poemas, dando un toque más personal.
El banquete
Para el banquete queríamos un lugar familiar, en el que ya hubiéramos estado y en el que nos sintiéramos como en casa, por lo que nos decidimos por el Hostal de la Plaça de Cabrils. No es apto para grandes celebraciones pero fue perfecto para nuestro banquete al que asistieron 50 personas. El menú fue muy mediterráneo y nuestros invitados pudieron elegir entre 4 platos diferentes. De postre tuvimos una maravillosa tarta de chocolate que encantó tanto a mayores como a pequeños.
Pensamos mucho en quién nos iba a hacer las fotos para plasmar nuestro día B, para ello elegimos a Arnau Dalmases, con el que tuvimos un gran feeling y supo capar nuestra esencia.
No quise llevar demasiados complementos para dar mayor protagonismo a mi vestido. Tan solo llevé unos pendientes de perlas que me había regalado mi madre unos años antes. Llevé un pequeño ramo en tonos otoñales que me prepararon con mucho cariño en la floristería Pujol en Villassar de Dalt.
Ya que mi hermana pequeña se dedica al mundo de la belleza, fue ella quien me hizo la manicura y pedicura, dejándome perfecta. Para el peinado y maquillaje me decanté por la peluquería de confianza a la que suelo acudir en Cabrils. Me hicieron un semi recogido precioso que me duró todo el día.
Álex eligió un traje convencional de Massimo Dutti, una pajarita de Bow-Tie, zapatos de Furest y pañuelo de Carolina Herrera.
Tras el banquete habíamos preparado varios complementos para que nuestros invitados se hicieran fotos. Lo pasamos genial bailando hasta bien entrada la madrugada.
Jamás podré olvidar un día tan maravilloso en el que todo salió a la perfección.
Fotos de Arnau Dalmases
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