
Gafas boda, Un novio con gafas
Si este año te casas, seguramente has sido un novio aplicado y habrás repasado una y otra vez tu checklist de imprescindibles para ese gran día. Después de darle mil y una vueltas a lo del traje, los zapatos, el prendido y demás cuestiones estilísticas, te das cuenta de que no habías caído en un minúsculo detalle: eres un novio con gafas, usas gafas y no sabes que hacer con ellas el día de tu boda.
Tu primer impulso puede ser hacerte unas lentillas y dejar las gafas en casa. ¡Error! Si nunca has usado lentillas, el día de tu boda no es precisamente el más indicado para hacer experimentos. Además, si estás acostumbrado a llevarlas, ¿hasta que punto te sentirás cómodo sin ellas? Tanto como tú como el resto de familia y amigos estáis acostumbrados a que estén presentes en tu imagen diaria, así que puede ser que estés un poco raro sin ellas. Se podría decir que el uso prolongado hace que lleguen a formar parte de la cara, como si tratara de un lunar.
Pero dejando de lado la cuestión de la comodidad, y centrándonos en lo meramente estético, las gafas están de moda. Hace mucho tiempo que dejaron de ser un artículo meramente terapéutico para convertirse en un accesorio de moda. Y como tal, merece el mismo tiempo de reflexión que el resto de complementos. Tratándose del día de tu boda puedes comprarte unas monturas nuevas, que sean algo más especiales. Si estrenas traje, ¿por qué no estrenar también gafas?

Las reinas de las gafas por excelencia son las cuadradas de pasta. Pasaron de ser uno de los distintivos propio de empollones, a ser un complemento de lo más chic. Que si pareces más inteligente, más interesante, más culto… Al fin y al cabo son tonterías, lo cierto es que sientan bien a la mayoría de la población, y a la vez tienen muchas posibilidades estéticas. Puedes decantarte por las clásicas Ray-Ban marcándote un Jack Nicholson, o si eres menos atrevido por unas más rectangulares con la forma más definida.

El carey es otro de los grandes protagonistas en lo que a gafas se refiere. En cualquiera de las formas, siempre aporta un toque elegante a medio camino entre lo vintage y lo moderno. Un acierto siempre.

Las gafas redondeadas desaparecieron de nuestras vidas después de los años 90, pero han vuelto para quedarse. Con montura metálica o de pasta, son un clásico con cierto aire de científico loco, que aunque no favorecen a todo el mundo, a quien lo hacen, le sientan de quitar el sentido.

Otro de los elementos noveleros que gana terreno cada vez más son las monturas finas metálicas. Reducidas a ceniza por el boom gafapasta, han resurgido como ave fénix. Y más doradas que nunca, porque al igual que las urracas, a los seres humanos nos gusta el brillo. Aunque si no es tu caso, puedes encontrar monturas metálicas de todo tipo.

Al igual que en la ropa, las transparencias arrasan en los complementos. Si existen bolsos transparentes y bisutería de metacrilato, ¿por qué no también las gafas? Naturalmente nos referimos a la montura, lo de los cristales lo damos por hecho. Las monturas transparentes aportan naturalidad y ligereza, dotando tu rostro de más luz.

Para los más atrevidos hay monturas más exóticas que llaman la atención por si mismas. Formas poligonales más trabajadas y diversos estampados, que son el súmmum de la influencia de la moda en las gafas. Son ese tipo de gafas cuya elección, puede encumbrarte o hundirte según como las combines, tal y como si fueran los Óscar, así que ojito.

Siguiendo las tendencias podrás encontrar algunas pistas sobre qué gafas lucir en el día más especial. Siempre de acuerdo con tus facciones, tanteado la forma que te favorezca, puedes arriesgar más o menos y sorprender a tus invitados con una mirada diferente.
Jose Rodari para Wedding Passion.
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