Boda de invierno
Aunque mucha gente lo piense, el invierno no es tan mala opción para organizar una boda. A lo mejor tus invitados no lo ven tan claro como tú, pero no habrá problema si sigues nuestros truquitos.
El primer punto a tu favor será el presupuesto. Podéis ahorrar incluso un cuarenta por ciento. Si no queréis renunciar a un pequeño espacio abierto y las temperaturas no acompañan, acoplad unos calefactores móviles, decorad el espacio con luces y unas mantas para que los invitados puedan arroparse si necesitan salir a fumar o pasar el rato.
Hay que tener en cuenta el mes de la celebración. Hay mucha diferencia entre una boda en septiembre y en diciembre. Las horas de luz van siendo cada vez menos y debemos contar con ello, sobre todo para realizar el reportaje fotográfico. El sol incide de una forma idónea para conseguir la iluminación perfecta, reduciendo muchas sombras no deseadas.
Boda de invierno Invitadas
También debemos contar con las temperaturas para el vestuario. Los invitados imprimirán su cabeza en búsqueda del modelito perfecto para no pasar frío, pero la novia tiene una infinidad de puertas abiertas. Vestidos con manga, tipo camisa o plumeti, abrigos largos, estolas de piel …
Boda de invierno vestido
Boda de invierno decoración
Para el menú juega con la comida de temporada, carne de caza, pescado al horno, consomés o cremas. Acompáñalo con frutas y verduras como manzana, calabaza… Y como postre o tentempié un chocolate caliente o una fondue.
Por último, la decoración es el punto fuerte de una boda de invierno. Colores fríos como el blanco, azul o plateado darán un toque elegante. También puedes elegir una temática como el Ski o la naturaleza invernal. Y si fuera en diciembre yo no dudaría en convertir mi boda en una celebración navideña, con abetos naturales, coronas de piñas y centros de mesa con velas rojas.
Cristina Martín Montalvo para wedding passion